Al internarnos en un portal de magia y misterio se despiertan inquietudes dentro de nuestro ser, el alma es la única que puede reconocer de forma implícita lo que nos ocurre abriendo puertas de dimensiones inimaginables. Por tanto debemos saber que dentro de nosotros mismos existe cierta dualidad con la que debemos luchar cada día de nuestro andar generando alrededor de nuestro espíritu una fuerza que nos permita crearnos y recrearnos.

sábado, 24 de septiembre de 2011

LAS PLEYADES

Eran las siete hijas del titán Atlas y la ninfa marina Pléyone, nacidas en el monte Cileno. Son hermanas de Calipso, Hiante, las Híades y las Hespérides. Junto con las siete Híades eran llamadas Atlántidas, Dodónidas o Nisíadas, niñeras y maestras del infante Dioniso. Las Pléyades eran ninfas en el cortejo de Artemisa, compartían la afición por la caza de ésta, y como ella intentaban mantener su virginidad.
Existe cierto debate sobre el origen del nombre «Pléyades». Anteriormente se aceptaba que derivaba del nombre de su madre, Pléyone. Sin embargo, es más probable que provenga de πλεϊν, ‘navegar’, pues el grupo de estrellas homónimo es visible de noche en el Mediterráneo durante el verano, de mediados de mayo hasta principios de noviembre, lo que coincidía con la temporada de navegación en la antigüedad. Esta etimología fue reconocida por los antiguos, incluyendo a Virgilio (Geórgicas i.136–8).
Las Pléyades debieron haber tenido considerables encantos, pues varios de los más importantes dioses olímpicos (incluyendo a Zeus, Poseidón y Ares) mantuvieron relaciones con ellas, relaciones que inevitablemente acarrearon el nacimiento de varios hijos:

' ' Maya, la mayor de las siete Pléyades, fue madre de Hermes con Zeus;
' ' Celeno fue madre de Lico con Poseidón;
' ' Alcíone fue madre de Hirieo con Lico;
' ' Electra fue madre de Dárdano e Iasión con Zeus;
' ' Estérope fue madre de Enómao con Ares;
' ' Táigete fue madre de Lacedemón también con Zeus;
' ' Mérope fue la única de las Pléyades que no mantuvo relaciones con los dioses.
En el cúmulo abierto de las Pléyades sólo seis de las estrellas brillan intensamente. La séptima, Mérope, lo hace débilmente porque está eternamente avergonzada de haber mantenido relaciones con un mortal, Sísifo. Algunos mitos también dicen que la estrella que no brilla es Electra, en señal de luto por la muerte de Dárdano, aunque otras pocas versiones dicen que se trata de Estérope.

Tras ser Atlas obligado a cargar sobre sus hombros con el mundo, Orión persiguió durante cinco años a las Pléyades, y Zeus terminó por transformarlas primero en palomas y luego en estrellas para consolar a su padre. Se dice que la constelación de Orión sigue persiguiéndolas por el cielo nocturno. Según otras versiones de la historia, las siete hermanas se suicidaron porque estaban tristísimas por la suerte que había corrido su padre, Atlas, o bien por la pérdida de sus hermanas, las Híades. Tras esto Zeus las inmortalizaría subiéndolas al cielo.
El poeta griego Hesíodo menciona a las Pléyades varias veces en su obra Trabajos y días. Dado que éstas son principalmente estrellas invernales, destacan prominentemente en el antiguo calendario agrícola. He aquí un consejo de Hesíodo:

Y si el anhelo te lleva a navegar en mares tormentosos,
cuando las Pléyades huyan del poderoso Orión
y se hundan en las brumosas profundidades
y todos los borrascosos vientos rujan,
no sigas entonces con tu barco en el oscuro mar
sino, como te pido, recuerdo trabajar en tierra.

*** Πλειάδες Pleiades, ‘hijas de Pléyone’; o Πελειαδες Peleiades, ‘hijas de palomas’ 




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